Dar respuesta a las necesidades que la Sociedad Digital
nos presenta en el día a día

Relación con la PORNOGRAFÍA

El consumo de pornografía ha pasado de ser un tema tabú a ser una experiencia común en la vida de adolescentes y jóvenes (porno socialización). Antes íbamos en busca de porno, ahora es la industria del porno quien nos busca y nos encuentra. Este fenómeno ha transformado las formas de relación y de exploración de la propia sexualidad.

La tecnología permite la creación y divulgación de contenido altamente personalizado: la generación de imágenes y videos realistas que se adaptan a las preferencias individuales hace que la experiencia de consumir pornografía sea más inmersiva y personal, lo que puede aumentar la dependencia.

 

Un nuevo "CHUPETE DIGITAL"

Las pantallas irrumpen con fuerza en la dinámica familiar, desplazando momentos de juego y comunicación. Atrapan la atención de todos los miembros, incluso desde la primera infancia. Son el nuevo “Chupete Digital” que calma emociones, entretiene y facilita momentos de tranquilidad.

Surge una inmensa oferta de innovadores contenidos adaptados a las necesidades que las mismas pantallas han ido creando. Una invasiva publicidad basada muchas veces en falsos neuromitos que garantizan una mejora notable tanto en el aprendizaje como en la inteligencia de nuestros bebés. ¡Todo un arte para el engaño!

Nuevos referentes en la CONSTRUCCIÓN DE SU IDENTIDAD

En una etapa tan delicada como la preadolescencia, encuentran nuevos modelos de referencia en el mundo virtual. En ocasiones,  crean un ideal de identidad que no se corresponde con unos patrones sanos para su vida real. 

No están a gusto con su imagen, viven pendientes de la opinión de l@s demás, sienten presión por cumplir unas altas expectativas, la sexualización del cuerpo se adelanta,  la necesidad de consumo aumenta… La vida se vuelve monótona y lenta si no están ante el ritmo acelerado de una pantalla.

Adolescencia: nuevas formas de OCIO, CONSUMO, RELACIÓN...

Se normalizan formas de ser y de estar aparentemente inofensivas: videojuegos con alto poder de adicción con micropagos y cajas de botín, apuestas deportivas y juego online como nuevas formas de ocio, pornografía como la nueva educación sexual, modelos con una imagen difícil y peligrosa de alcanzar… Se fomenta una baja tolerancia a la frustración, consíguelo ya, todo a golpe de click, cómpralo ya, no esperes a mañana. ¡Todo una arte para un aparente y deseado bienestar!